Tonalidad e Intensidad

Las palabras del Sirácida son elocuentes y nos apuntan un nuevo dato. Las melodías podían ser más o menos dulces, vibrantes o no, y las voces sonaban al son de la música. Por tanto es necesario que hablemos de tono y de intensidad para completar la musicalidad de los salmos. En efecto, la presencia de pausa (sordina, interludio musical) confirma la intensidad musical de los salmos: הלס [Selah] o ןויגה [higgayón].

Con respecto a la tonalidad encontramos claras referencias en los títulos de algunos salmos. El salmo 6 comienza diciendo: «Para instrumentos de cuerda. En octava», y el salmo 12 afirma sobriamente: «En octava. De David». En cuanto a la intensidad la referencia es siempre la misma «A media voz» como afirman los títulos de los salmos: «A media voz. De David» (Sal 16,1), «Según « El lirio del testimonio ». A media voz» (Sal 60,1), «A media voz» (Sal 57,1), ««No destruyas» De David. A media voz» (Sal 58,1; 59,1).

Salmos Intensidad

Deja un comentario