Historia

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1.- LECTIO MONÁSTICA

Con el nacimiento de la vida religiosa el salterio se incorpora de manera oficial a la liturgia cristiana. Hasta ese momento desconocemos el uso de los salmos por parte de las primeras comunidades cristianas. Todos los indicios apuntan a que las comunidades echaban mano de los salmos en los momentos más destacados de la oración, la prueba es que en ningún momento surgió un salterio cristiano que desplazase al hebreo. Pero son los primeros monjes, los que todavía en la soledad del desierto, quienes asumen la liturgia de los salmos y la introducen en su vida de oración. La oración del monje era uno de los rasgos de identidad. «Su oración tendía a la contemplación mediante la lectura y meditación de la Palabra de Dios. Oración continua que se expresa también en la recitación de los salmos en horas fijas que darán lugar a las horas canónicas«[1]. Los escritos de los padres del monacato estimulan la oración a través de los salmos que cobran su mayor esplendor cuando los primeros monjes leen los salmos a la luz del cristianismo. La vida monástica incorpora, de esta esta forma, una nueva categoría a los salmos que es la visión cristiana.

Los primeros siglos del monacato perpetúan los salmos en la liturgia oracional. Los monjes oran y lo hacen fundamentalmente desde el salterio. Con la posterior organización de vida de piedad quedará justificada la presencua de los salmos en todas las horas de la liturgia. La vida monástica pasa a ser el mejor guardián del salterio y un testimonio privilegiado de unión entre el judaísmo y el cristianismo. Con la vida comunitaria y los monasterios dedicados al trabajo y la oración pronto aparecerán los escritorios que promocionarán la copia de manuscritos para la vida litúrgica y monástica. Así surgen multitud de colecciones que, fieles a los originales, extienden el salterio con el rigor propio del amanuense. Los salmos comenzaban a adquirir poco a poco especial relevancia en la Iglesia que fomentó en todo momento la expansión de una liturgia monástica que tenía en la oración y meditación de los salmos un momento privilegiado.

Junto a la expansión literaria de la copia de manuscritos de los salmos, la vida monástica comenzó a desarrollar una especial liturgia celebrativa en torno a estos textos sagrados, la musicalidad. Nuevamente la vida monástica recuperaba para la Iglesia la otra vertiente del salterio, su expresión manifestada a través de la música. Los salmos eran recitados en medio de nuevos conceptos musicales. Una música especial surgió para adaptarse a los liturgia de los salmos. Una música que se llamó música monástica y que tuvo en la musicación de los salmos su origen. Nuevos instrumentos, diferentes a los que los mismos salmos proponían se incorporaban a la liturgia de los salmos, pero era fundamentalmente la musicalidad de la voz humana la que daba la mayor riqueza que se podía esperar a la colección de salmos en los que todos, de manera individual, adquirían sus propios instrumentos, tonos, ritmos y voces.

Con el uso de los salmos como parte de la oración del monacato y con la musicalidad con la que solemnizaron los textos poéticos apareció en todo el mundo cristiano la lectio monastica. Desde ese momento los salmos nunca dejaron de estar de actualidad en la vida de la Iglesia. La oración, razón de ser de la vida cristiana, había situado en un lugar privilegiado una colección de textos poéticos que la vida religiosa heredaba del judaísmo como uno de sus mayores tesoros y la Iglesia los asumía como propios reconociendo que aquellos textos escondían una de las más bellas formas de alabar a Dios. Sin duda la mejor herencia que se podía esperar.

 2.- LECTIO SCHOLASTICA

Con el origen y desarrollo de la salmodia como enseña cristiana que provocó la Lectio Monastica aparecerá, como de forma espontánea, el estudio de los salmos desde la ciencia y el rigor de la teología y la exégesis. Surge, de esta manera, la Lectio Scholastica que desarrolla en occidente el minucioso estudio de los escritos sagrados y, particularmente, de los textos usados en la liturgia y oración como era el caso de los salmos. El contenido teológico de los salmos se convierte en el argumento principal para mantenerlos como textos oracionales por excelencia dentro de la liturgia de la Iglesia. En cierto sentido se deja de lado el contenido pastoral y celebrativo de los salmos. La liturgia del salterio se ve relegada a un segundo plano para dejar paso al estudio de los textos poéticos como tales desde sus lenguas originales. La lectio Scholastica abre las puertas a los análisis escriturísticos, los comentarios de los salmos comienzan a aflorar de todos lados. Las Quaestiones se acercan a los salmos como textos que esconden un gran contenido teológico que debe ver la luz cuanto antes. Personajes como Ricardo de San Victor, Hugo a Santo Caro, y otros denotan en sus escritos que están más al estudio que al rezo[2]. Los comentaristas comienzan a poner títulos latinos a los salmos Tituli psalmorum con la finalidad de orientar sobre el contenido de los textos versificados[3].

3.- LOS MAESTROS JUDÍOS

Con el cambio de milenio el judaísmo vivió uno de los momentos de mayor esplendor de la exégesis hebrea de toda su historia. Los grandes comentaristas a lo largo de todo el mundo y, en muchas ocasiones, en medio de la Cristiandad se dedicaron al estudio de sus propios textos hebreos dando lugar al nacimiento de numerosas escuelas de exégesis hebrea[4]. El salterio dió como sus salmos eran objeto de los mejores comentarios hechos hasta ese momento. Personajes como Rabí Salomón Ben Isaac (1040-1105) conocido como Rashi, es considerado el padre de la exégesis literal hebrea[5]. Sus grandes obras fueron precisamente su comentario literal a los salmos y un célebre comentario al Pentateuco incorporado rápidamente a las biblias rabínicas. Paralelo al comentario a los salmos de Rashi apareció otro comentario al salterio realizado por el tudelano Abrahán Ben Meir Ibn Ezra o Abrahán Ibn Ezra (llamado también Aben Ezra) (1089-1167). Unos años más tarde sale a la luz otro comentario a los salmos hecho por David Kimhi (1160-1235), un trabajo de precisión que analiza por primera vez los salmos desde la filología. Rashi, Ibn Ezra y Kimhi se convierten en los pioneros de la revolución exegética dentro del judaísmo que se había centrado hasta ese momento en los trabajos targúmicos y midrásicos de las traducciones parafrásticas y algún que otro comentario rabínico de carácter espiritual. La exégesis hebrea literal y filológica se convierte en fuente de comentarios y estudios de la Escritura en general y del salterio en particular. Nacen las escuelas de estudio de la Biblia. Las escuelas de Córdoba y Lucena con Abrahán Ibn Ezra, aparecen como lugares de vivo estudio y análisis de la Biblia[6].

4.- LAS UNIVERSIDADES

Con la llegada de la modernidad los cambios llegan a la teología y a la Sagrada Escritura. Se produce un cambio tangencial en la metodología y entra en escena el racionalismo juento al desarrollo de las universidades. Un racionalismo en el que todo debe ser constatable y verificable. Así, racionalismo, empirismo, el descubrimiento de nuevos manuscritos, de nuevos métodos críticos, las ciencias positivas y la revolución ideológica traen como consecuencia un nuevo modo de estudiar el salterio.

El libro de los salmos entró en la universidad por la puerta grande. Con el nacimiento de las universidades (s. XVI-XVIII) los estudios que se habían visto desperdigados por la Reforma y Contrarreforma del siglo XVI, centraron todos sus esfuerzos en el estudio de los textos escriturísticos con nuevos instrumentos de trabajo. En la Universidad de Alcalá apareció la edición Políglota de la Biblia, la Políglotá de Alcalá, que revolucionó el campo de los estudios bíblicos. No es que el método de estudio encontrase nuevos caminos, lo que sucedió es que se puesieron todos los medios posibles para trabajar más y mejor y para eso la aparición la Políglota fue un gran acontecimiento que demostraba el florecimiento de los estudios bíblicos. Los salmos, como parte integrante de la Sagrada Escritura, se vio sumergida en la ebullición de los estudios y comentarios. Resultaba novedoso y muy gratificante tener al alcance nuevas gramáticas hebreas, los primeros tratados sobre la poesía hebrea del salterio, la posibilidad de poder comparar con otras traducciones de los salmos, el acceso a nuevos y mejores diccionarios lingüísticos y filológicos, la edición de los trabajos, comentarios y versiones a través de la expansión de las imprentas.

Desde el campo de la exégesis de los salmos se desarrolló particularmente la búsqueda del sentido literal de los escritos poéticos apoyando los estudios desde las versiones hebreas. Finalmente fue la estructura formativa jesuítica la que, en esta ocasión, contribuyó a la mejor y mayor difusión de los salmos a través de su Ratio Studiorum que Compañía universalizó para fomentar el estudio, la explicación y el conocimiento de los salmos. Durante este tiempo aparecen innumerables comentarios a los salmos entre los que merece la pena destacar los de B. Arias Montano (1605), R. Bellarmino (1612), A. Alleret (1625), J.J. Sopranis (1643), G. de Matta (1665), entre otros muchos. Pero será la figura de Spinosa (1632-1677) la que dará paso al racionalismo y desde él planteará una nueva problemática al libro de los salmos: Los salmos fueron escritos por poetas anónimos y sus poesías las han atribuído a personajes destacados de la historia del pueblo de Israel. La cuestión está en la búsqueda de datos seguros que quedan sumergidos en el fondo de los salmos como la vida del autor, los destinatarios, las costumbres, la historia del texto.

5.- EL SIGLO XIX

El siguiente paso en el estudio de los salmos no podía ser otro: Tras la aparición de todos los instrumentos (diccionarios, gramáticas, textos originales) que cracterizaron el primer momento de las universidades, llegó el siglo XIX dominado por el esplendor de la exégesis. Los siglos precedentes habían puesto las bases de trabajo, el XIX era el momento para ponerse manos a la obra. Aparece la exégesis crítica de los salmos como la mayor aportación al estudio de los textos sagrados. Los estudios gramaticales, la filología hebrea, la investigación sobre la poesía hebrea del salterio, el estudio individualizado de cada uno de los salmos por separado. El libro de los salmos vivó uno de sus momentos de mayor esplendor. Comentarios, traducciones, nuevas versiones, hipótesis, estudios gramaticales y lexicográficos. Nombres como los de Gesenius y Ewald garantizaban el rigor que se había establecido en el estudio de la Biblia y en concreto del libro de los salmos.

Europa, a la cabeza del estudio de los salmos hebreos, se ve envuelta en nuevas tendencias e interpretaciones. No olvidemos que es el momento álgido de las vidas de Jesús (Strauss, Leben Jesu, 1835; Renan, Vite de Jesus).

Por un lado surge la escuela alemana, contemporánea al moviento racionalista, que considera como posible hermenéutica del salterio todo lo que puede ser aplicable a la condición humana. La hermenútica de los salmos consistía en buscarles una aplicación a la vida de los seres humanos. Figuras como la de F. Ast (1778-1841) dará origen a la distinción del estudio de los salmos desde el análisis filológico y el estudio de los salmos desde la hermenéutica. Ast busca el sentido de cada letra de los salmos, el contexto del poeta que compuso los salmos, el lenguaje poético que utilizó, en definitiva, la Gestalt del salterio. Otras figuras de la escuela alemana relacionadas con el estudio del libro de los salmos fueron F.A. Wolf que buscó en todo momento la comprensión de los escritos sagrados como finalidad del estudio de la Biblia; y el mismo Schleiermacher con su hermenéutica de los salmos como ars intelligendi para llegar al sentido del poeta compositor de los salmos. Analizando el salmo como un juego de lenguaje poético en el que el autor, gracias al arte de la composición, trabaja con el estilo literario como el alma de todo lo que subjetivamente expresa a través de la poesía.

Por otro lado destaca la figura de W. Dilthey (1833-1911) que pretende otorgar a los salmos la comprensión de los textos como categoría vital de razón de ser. Los salmos han de ser comprendidos ya que en ellos se refleja la experiencia y el sentimiento de un pueblo en determinados momentos de su historia. Es necesario, para Dilthey señalar las manifestaciones de los salmos que nos llevan al entendimiento de lo que en ellos se describe que aparece reflejado en el contexto del salmos, en todo lo que lo rodea (in der Welt sein). La clave de interpretación de los textos sagrados y de los salmos en concreto reside para Dilthey en el estudio del modo en el que somos capaces de comprender y actualizar las ideas del pasado que los salmos nos presentan y actualizarlas en el presente para proyectarla al futuro. El siglo XIX aportará al estudio de los salmos la interpretación de los textos poéticos desde la comprensión de los mismos por lo que les rodea a través de la

continuidad de la tradición, que diría Gadamer (Wahrheit und Methode), del texto poético original hasta su actualización en nuestra cultura actual.

6.- HERMANN GUNKEL

Ya en el siglo XX el estudio del libro de los salmos vuelve a llamar la atención pero, en esta ocasión, provocando la mayor revolución en la historia del estudio del salterio. En 1933 J. Begrich publica la obra póstuma del recientemente fallecido Hermann Gunkel, Introducción a los salmos[7]. Las consecuencias de esta obra sobre los salmos no se hiceron esperar[8]. En aquellas páginas Gunkel pretendía penetrar en la mente del autor de cada uno de los salmos para comprender sus palabras, las actitudes que le llevaron a utilizar unas determinadas palabras y no otras para, en definitiva, comprender la poesía desde la mente del poeta que la compuso. Con esta perspectiva Gunkel se asomó a estilo y la forma de los salmos y comenzó a hablar de un tema ya debatido anteriormente pero que ahora parecía gozar de un escenario privilegiado en los estudios bíblicos, el tema de los géneros literarios establecidos como marco para elaborar la colección de escritos poéticos. Con la catalogación de los géneros literarios el estudio del salterio daba un nuevo paso de gigante convirtiéndose en principio sistemático de interpretación. Principio que ha sido universalmente aceptado y que dio origen a muchas escuelas de las que en la actualidad somos herederos. Gunkel llega a la elaboración de una historia de los géneros literarios en el que estableció un esquema fijo de desarrollo.

Paralelamente, sus estudios le llevaron a crear un nuevo término que revolucionó el mundo de la exégesis: El concepto de Sitz im Leben como factor social que repercute en la creación de los salmos y que queda presente como transfondo de los escritos. ¿Qué se esconde detrás de los salmos? ¿Cuál es el escenario, el contexto en el que los escritos poéticos del salterio han sido elaborados? La hipótesis de que los escenarios, el estado de ánimo, la situación social y el momento histórico eran elementos que condicionaban los escritos, la forma de pensar y escribir del autor-poeta, todos los elementos externos que determinaban las palabras que quedaban escritas debían ser tenidas en cuenta por la exégesis y la teología bíblica de los salmos. Estábamos ante el nacimiento de una nueva etapa en el estudio de los Salmos, un momento que cambiaría la dirección de la exégesis y los comentarios al salterio. Como afirma Schökel, «la inmensa mayoría de los comentaristas han seguido a Gunkel, repitiendo o prolongando su programa. Con la obra de Gunkel comienza una era fecunda»[9].

7.- HANS JOACHIM KRAUS

Llegamos a nuestros días y nos encontramos en el campo de los estudios del salterio con algunos biblistas de renombrado prestigio. Hans Joachim Kraus es uno de ellos. Su obra combina la exégesis con la teología bíblica, abordando los textos desde el problema de la historia. El reflejo que tienen los salmos de la historia es el eje vertebrador de la obra de Kraus. En su obra Teología de los salmos[10], trata frontalmente el tema de la historia del pueblo de Israel focalizado en el libro de los salmos. La imágenes de Dios como creador y señor del pueblo, del pueblo como asamblea de Dios, del santuario como lugar de culto, de la monarquía como carisma y misión del pueblo, de los poderes enemigos manifestados en los avatares de la historia y la antropología del salterio, fiel reflejo de la sociología y concepción del ser humano, son los temas que remiten a Kraus constantemente a la historia. Otra obra en dos volúmenes es su estudio pormenorizado de cada uno de los salmos: Los salmos I-II[11]. En esta gran obra Kraus analiza los 150 salmos que forman el salterio con un único esquema que presenta el texto con sus variantes, la forma que lo caracteriza como texto poético, el marco -fundamentalemnte histórico- en el que se sitúa con respecto a los otros salmos y a otros escritos contemporáneos, seguido de un comentario a los versos más importantes para terminar con una breve finalidad o aplicación del salmo.

La obra de Kraus establece un puente entre el escrito poético y la historia de Israel que esconde. Resulta muy importante conocer el trasfondo histórico del texto para poder comprender sus palabras y la razón por la que se dice lo que se dice y de la manera con que se dice. En Kraus la relación de los salmos con la historia de Israel es la vía para acercarnos a los textos con la garantía de saber con certeza lo que quieren transmitir. Al mismo tiempo es necesario buscar la datación de cada uno de los salmos. La cronología es el elemento histórico por escelencia y los salmos deben ser situados en un momento concreto de la historia. Datación e historia en los salmos son los elementos que fundamentan el estudio de Kraus.

Tendencias actuales:

.Estudio literario, retórico o poético: Ridderbos y Aletti-Trublet

.Estudio estructuralista: Girard y Auffret.

.Estudio del lenguaje imaginativo: Monloubou y Keel.

.Estudio de las fórmulas: Culley.


     [1] J. Alvarez Gómez, Historia de la Vida Religiosa, vol. I, Madrid 1987. 206.

     [2] Cf la obra de J. Caro Baroja, Las formas complejas de la vida religiosa. Siglos XVI y XVII, Madrid 1985.

     [3] Cf el capítulo dedica al tema que tiene por título Il rifiuto pietistico della teologia scolastica en la obra de H-J. Kraus, La Teologia Biblica. Storia e problematica, Brescia 1979. 38-40.

     [4] Cf el magnífico trabajo de A. de la Fuente Adánez, Una exégesis para el siglo XVI. Antonio de Honcala (1484-1565) y su Comentario al Génesis, Salamanca 1994. 112-113.

     [5] Cf E. Shereshevsky, Rashi: The Man and his World, New York 1982.

     [6] Cf J. Llamas, «Documental inédito de exégesis rabínica en antiguas universidades españolas», Sefarad 6 (1946) 289-311.

     [7] Título original alemán: Einleitung in die Psalmen. Vandenhoeck und Ruprecht, Göttingen 1933.

     [8] Me parece muy sugerente el capítulo que Schökel dedica a Gunkel, su persona, su obra y las repercusiones que tuvo en el campo del estudio de los trabajos sobre el libro de los salmos: L.Alonso Schökel – C. Carniti, Salmos I, Estella 1992. 59-67.

     [9] Ibid, 60.

     [10] Título original alemán; Theologie der Psalmen, Neukirchen-Vluyn 1979, traducida al castellano como Teología de los salmos, Salamanca 1985.

     [11] Obra traducida del alemán: Psalmen, Neukirchen-Vluyn 61989, en dos volúmenes de la que tenemos traducción al castellano: Los salmos, 2 vols., Salamanca I (1993); II (1995).