Apócrifos

En la literatura de los manuscritos del Mar Muerto, los salmos son un elemento ineludible por ser parte de la liturgia que se ha de utilizar en las celebraciones festivas que establece el calendario. Las celebraciones de los tiempos fijados son, para los hombres de Qumrán, momentos destacados a lo largo del año, de ahí que los salmos se conviertan en una literatura privilegiada.

Además de los 150 salmos que forman el corpus del libro bíblico, en Qumrán han aparecido una serie de salmos apócrifos incluidos en colecciones de salmos bíblicos. Así, por ejemplo, en Qumrán encontramos el Sal 151, hasta el descubrimiento sólo conocido a través de una versión apócrifa griega. Así como los salmos 154 y 155, de los que hasta el descubrimiento de los manuscritos sólo teníamos en una versión siríaca.

 [Con voz potente glorificad A Dios,
en la asamblea de los Numerosos pregonad su gloria;
entre la muchedumbre de los justos glorificad su Nombre
y con los fieles cantad su grandeza] (11Q5 28) [Sal 154].

Salmos Apócrifos (4Q88; 11Q5-11Q6)

            4Q88 (4QSalf): Copiado a mediados del siglo I a.C. Contiene salmos desconocidos hasta el momento del descubrimiento de los manuscritos. Está formado por dos composiciones que contienen un himno escatológico sobre el juicio de Dios y el final de una composición que relata las grandezas del reino de Judá con lenguaje escatológico.

            11Q5 (11QSala): Se trata del manuscrito más amplio encontrado en Qumrán. Fue copiado en la primera mitad del siglo I d.C. Contiene el Sal 154 (11Q5 18), un poema de carácter sapiencial. También cuenta con un himno individual de acción de gracias (11Q5 19) del que tenemos otra copia en 11Q6. Además de estos salmos apócrifos, el manuscrito incluye los salmos canónicos 137 y 138 que aparecen sin ningún tipo de separación, lo que nos permite sospechar que en el momento en el que se copia el manuscrito o no estaba concluido el proceso de formación del libro bíblico, o los autores de los manuscritos consideraban por igual los diferentes salmos que hoy llamamos canónicos y apócrifos. El manuscrito de Qumrán cuenta, además, con un himno a la Sabiduría seguido de un cántico de Sión en forma de acróstico alefático (11Q5 21) que en el fragmento aparece seguido de los salmos 93, 141, 133 y 144.

Sal 155

Este manuscrito cuenta con una columna en la que encontramos en Sal 155 (11Q5 29). Se trata de un poema de lamentación individual y acción de gracias seguido de los salmos 142, 143, 149 y 150. A este manuscrito se añade el 11Q6 (11QSalb), un manuscrito copiado en la primera mitad del siglo I d.C.

Bendito sea YHWH que cumple obras justas
y corona a sus piadosos con bondad y misericordia.
Clama mi alma para ensalzar /tu/ Nombre,
para pregonar a gritos tus bondades,
Para proclamar tu fidelidad;
Es inescrutable tu alabanza. (11Q5 19 7-9).

Salmos Apócrifos (4Q380-4Q381): Además de los manuscritos que acabamos de ver en los que se mezclan los salmos canónicos con los apócrifos de forma indiferenciada, en la cueva 4 aparecieron dos manuscritos con nuevas colecciones de salmos apócrifos (4Q380-381). Los dos manuscritos fueron copiados a mediados del siglo I a.C. 4Q380 está formado por siete fragmentos, mientras que 4Q381 está formado por más de 90 fragmentos, la mayor parte de reducidas dimensiones. En ninguno de los dos manuscritos encontramos un texto completo, un poema íntegro o un salmo en su totalidad. Los manuscritos están muy fragmentados a pesar de ello, los restos permiten ver que se trataba de una misma obra formada por una amplia colección de salmos, himnos y poemas en los que se ensalza la ciudad de Jerusalén, la creación del universo, confesiones de pecado, alabanzas, himnos de acción de gracias, lamentaciones y alusiones elogiosas a destacados momentos de la historia.

 […] proclamé.
Y medité sus maravillas
Que serán para mí enseñanza de justicia. (4Q381 1,1).

Salmos contra los malos espíritus (4Q510-4Q511): Se trata de dos manuscritos que configuran una colección de fórmulas versificadas y enumeradas en la que además de alabar a Dios en forma de cántico, contienen la información necesaria para expulsar demonios y malos espíritus. 4Q510 fue copiado a finales del siglo I a.C., está formado por una serie de 12 fragmentos muy deteriorados. 4Q511 fue copiado a comienzos del siglo I d.C., está formado por un total de 224 fragmentos muy deteriorados pero alguno de dimensiones considerables lo que nos permite suponer que se trataba de una obra importante para los hombres de Qumrán. Es posible que estas fórmulas tuviesen un carácter práctico y fueran utilizadas como rituales de exorcismo utilizados en las expulsiones de demonios y malos espíritus. Sin embargo, no hay ninguna indicación en toda la literatura de Qumrán que regule este tipo de prácticas por lo que todo parece indicar que nos encontramos ante imprecaciones, en forma de oraciones, que solicitan a Dios la protección para la liberación de cualquier peligro relacionado con los demonios y los malos espíritus. Es decir, que más que fórmulas rituales, son salmos de carácter preventivo y protectivo.

[Y yo, el Instructor,]
[Proclamo la majestad de su esplendor]
[a fin de asustar y aterrorizar]
[a todos los espíritus de los ángeles destructores]
[y los espíritus bastardos,]
[demonios,] Lilits, [búhos y chacales…] (4Q511 10,1).

Im Berger Berger L

Sal 151 Sal 154

Sal 155b

El Rollo de los Himnos (1QHa; 1QHb [1Q35]; 4QHa-f [4Q427-4Q432]): El manuscrito también se conoce como Hodayot (Himnos). Está considerada una de las obras más importantes de Qumrán por tratarse de uno de los pergaminos de grandes dimensiones. En la cueva 1 se encontraron dos rollos de la obra (1QHa; 1QHb). En la cueva 4 aparecieron seis copias muy fragmentadas de la misma obra (4QHa-f). La fecha de composición de los fragmentos y rollos es dispar. Lo único que podemos precisar es que los fragmentos de la cueva 4 se copiaron en la primera mitad del siglo I a.C.

Se trata de una amplia colección de himnos con una función litúrgica, dirigidos a Dios en su mayoría de acción de gracias que se utilizaban como alabanza, petición, imprecación y agradecimiento. Los himnos siguen una estructura similar a la de los salmos de acción de gracias en donde los paralelismos y dísticos (también hay trísticos y tetrásticos) son los recursos más utilizados. Por el contenido de los himnos llegamos a la conclusión de que el autor o  autores de esta obra tuvieron como fuente de inspiración los salmos bíblicos. Los himnos tenían una función litúrgica, pero también didáctica. A través de muchos de estos himnos, se transmitía a la comunidad cuestiones relacionadas con la identidad, el pensamiento y la filosofía del grupo. Eran un medio de formación y adoctrinamiento utilizado también en las reuniones y ocasiones en las que los miembros de la comunidad se reunían.

1QHa: Es el rollo más amplio. Es un manuscrito con 18 columnas de texto con una serie de fragmentos que lo completan que permiten reconstruir la obra hasta alcanzar unas 26 columnas. El rollo fue copiado a comienzos del siglo I d.C.

1QHb: Es la otra copia del manuscrito encontrado en la cueva 1. Se trata de dos fragmentos de reducidas dimensiones y muy poco texto. A pesar de ello, se puede apreciar que se trata de una copia de 1QHa.

4Q427 (4QHa): Aunque está muy fragmentado, se trata del manuscrito de la obra más amplio de la cueva 4. Los fragmentos de este manuscrito fueron copiados a mediados del siglo I a.C. Se trata de una copia de rollo amplio de la cueva 1 (1QHa).

4Q428 (4QHb): Es un manuscrito muy fragmentado, un total de 60 fragmentos de los que sólo tiene unas dimensiones considerables. Como en el caso anterior, se trata de una copia del 1QHa, copiado en la primera mitad del siglo I a.C.

4Q429 (4QHc): Es un manuscrito formado por 3 fragmentos copiados en la segunda mitad del siglo I a.C. Contiene partes del 1QHa que se habían perdido y que han servido para reconstruir la obra (1QHa 13).

4Q430 (4QHc): Es un fragmento de reducidas dimensiones que contiene restos de 1QHa12.

4Q431 (4QHd): También se trata de un único fragmento con restos de 1QHa. Tiene como peculiaridad que es el único fragmento de la obra que fue copiado sobre papiro y no sobre pergamino con el resto.

[Cántico para el Ins]tructor, para […] las obras de Dios […] y para hacer comprender a los simples […] eternos […] del conocimiento, para hacer comprender al hombre […] de carne y el consejo de los espíritus […] marcharon [ … Bendito] seas, Señor, porque el espíritu de carne es perdonado por tus miseri[cordias …] (1QHa 5,1-4).